La grasa saturada ha sido la mala durante años. Su consumo se asocia a un mayor riesgo de problemas cardíacos. Pero, ¿es realmente así?
Primero, comprendamos qué es la grasa saturada. La grasa saturada, evadiendo estructuras químicas, es sólida a temperatura ambiente. Es mayoritariamente de origen animal, pero no exclusivamente. Por ejemplo, el aceite de coco y el aguacate son fuentes de grasas saturadas.
Analizar la ingesta y el efecto de las grasas saturadas solo se traduce en un error en la lectura de los resultados. Es necesario analizar el cuadro completo: estilo de vida, actividad física y hábitos alimenticios.
Cuando se hace un análisis completo, no se puede decir que las grasas saturadas sean dañinas. Qué cambia cuando esta grasa se transforma y se aplica en productos procesados, como las galletas.
Aquí no estamos hablando de grasas saturadas, sino de grasas procesadas.
Estos suelen estar todavía asociados con el azúcar refinado y la harina refinada, es decir, la bomba que no necesitamos en nuestras vidas.
Para la pérdida de peso, las grasas saturadas que se encuentran naturalmente en los alimentos son de cierto interés. Mi consejo es moderar el consumo. Eliminar la grasa visible de la carne es uno de los consejos más importantes. A menudo se encuentra aquí en grandes cantidades y es fácil de quitar.
¿Cuál es el efecto de la grasa en un proceso de pérdida de peso?
Sabemos que la grasa es una fuente de calorías. Es el nutriente más denso en energía. 1 gramo de grasa tiene 9 kcal. Sin embargo, como venimos explicando, las calorías no son todas iguales. (ver articulo.) La forma en que los usamos metabólicamente es diferente y también lo es la capacidad proinflamatoria de los alimentos que los contienen.
Entonces, lo considero útil porque retrasa el vaciamiento gástrico. Es decir, tardamos más en sentir hambre.
También debo recordar, que le da sabor y textura a tu comida. Por ejemplo, los productos lácteos semidesnatados o enteros son más naturales que los productos lácteos bajos en grasa, más sabrosos, con mejor textura y llenan más.
¿Por qué debemos tener miedo a las grasas saturadas? ¡¡¡No debemos!!! Siempre que sea con moderación y elegido inteligentemente.
BUENAS DIETAS… ¡Con sabor!
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