A menudo, en la oficina, se observa este comportamiento. ¡Los pacientes abandonan! Creo que está relacionado con la motivación… o mejor dicho… ¡falta de ella!
El proceso de adelgazamiento es exigente. El ingrediente principal es la fuerza de voluntad. Es tener la capacidad de no rendirse. Encuentra esa voz que en los momentos más duros nos dice “puedes hacerlo !!!”; “¡ir!”; “¡lo hace!”
Para ayudar, es necesario comprender qué impulsa a las personas a ingresar al consultorio del nutricionista.
Entonces surge la pregunta: “¿por qué quiero bajar de peso”?
Digamos que tengo 5 pacientes y las respuestas son estas:
- “Porque no me siento cómodo conmigo mismo”
- “Porque no me gusta verme así”
- “Mi marido no se siente atraído por mí”
- “Dicen que estoy gorda”
- “Porque el doctor te dijo que lo hicieras”
De estos 5, ¿sabe cuáles es más probable que no se rindan?
Los primeros 2. Y sabes por que? ¡Porque lo están haciendo por sí mismos!
El resto puede ganar más tarde esa motivación a medida que se sientan mejor con el peso que pierden. Pero si esta parte de la motivación no se trabaja durante todo el proceso, es probable que se rindan o tengan dificultades para mantener los resultados.
PÉRDIDA DE PESO – ¡es un proceso de transformación de la persona y su vida!
¡Tenemos que hacerlo por nosotros! Mientras tanto, siempre estaremos poniendo excusas.
El esfuerzo que hacemos para poner excusas es mayor que el esfuerzo que hacemos para intentarlo… ¡Piénsalo!
Encuentra tu motivación, ¡encontramos la solución!