El grado de estreñimiento varía de persona a persona, puede durar poco tiempo o ser crónico, siendo en la mayoría de los casos transitorio y no grave. Sin embargo, es una situación que genera malestar y malestar, y esa sensación de “vientre hinchado”.
Este efecto puede influir en los valores de la báscula, desanimando a quienes se encuentran en un proceso de pérdida de peso.
Por tanto, la prevención es siempre el mejor remedio con hábitos de vida saludables, pero si la situación clínica persiste, es muy importante encontrar la causa y minimizar el efecto.
Comencemos enumerando algunos factores que pueden aumentar el estreñimiento:
- Dieta baja en fibra soluble
- bajo consumo de agua
- Cambios en la dieta.
- Estilo de vida sedentario.
- Cambios hormonales durante el embarazo y la menopausia.
- Ignorar la urgencia de evacuar.
- Viajes frecuentes y cumplimiento de horarios.
- Abuso de laxantes.
- Tomar ciertos medicamentos que “retienen el intestino” (analgésicos, ansiolíticos, antidepresivos, por ejemplo) Estrés
En las dietas bajas en carbohidratos, como es el caso de la dieta FIT6, suele aparecer el estreñimiento. Esta situación está asociada a la restricción de hidratos de carbono en la dieta y consecuentemente de fibra soluble, provenientes de alimentos como pan, cereales, legumbres y frutas (alimentos no integrados en grandes cantidades o excluidos). La fibra soluble es aquella que tiene la capacidad de retener agua y ablandar las heces para que sean excretadas con mayor facilidad.
Además de la disminución en el número de deposiciones, las heces pueden volverse duras y difíciles de evacuar.
Aunque también hay una adaptación intestinal al menor contenido en fibra de la dieta, existen algunas recomendaciones a seguir en el proceso de adelgazamiento:
- Tener una buena ingesta de agua a lo largo del día (una orina más transparente o de color amarillo claro es un buen indicador). Es posible que beber agua no alivie inmediatamente los síntomas, pero es esencial para prevenir el estreñimiento, ya que ablanda las heces y facilita la evacuación.
- ¡Considere introducir ejercicio regular! Al hacer ejercicio, incluso una simple caminata, está forzando a los músculos de sus intestinos a trabajar. Cuando se dice que los intestinos son perezosos, es muy cierto. No es casualidad que las personas sedentarias y las personas mayores sufran más de estreñimiento.
- ¡Aumente su consumo de fibra soluble! ¡Las fibras tienen la capacidad de ablandar las heces, retener agua y acelerar su viaje a través del intestino! La avena, los frutos secos, las semillas, el coco rallado y la fruta son excelentes opciones. Asegurar el consumo diario recomendado, recomendado en el programa FIT6.
- Prefiere las semillas de lino sin triturar (prácticamente no se digieren ni se absorben, sirviendo de “escoba” intestinal), así como las semillas de chía hidratadas.
- En SOS, puedes optar por tés con efecto laxante, siempre que no tengan azúcar (fruta) en la composición. Sugerencia: té diese-sin barriga o similar, 1 taza antes de acostarse.
- Vaya al baño cuando sienta la necesidad y trate de establecer un período, preferiblemente siempre a la misma hora, para defecar. Entrenar el intestino puede ser la clave para que funcione con regularidad.
- Solo como último recurso, y bajo indicación médica, se puede recurrir a los laxantes sin azúcar. El uso excesivo de laxantes durante mucho tiempo puede generar un círculo vicioso; Los movimientos intestinales espontáneos dejan de ocurrir y pueden incluso agravar el problema del estreñimiento.
¿Sueñas con tener una silueta perfecta… pero te resulta difícil encontrar tiempo y motivación para hacer ejercicio de manera regular? ¿Te falta información sobre cómo hacer una dieta equilibrada, qué comer y qué no? Ya puedes dejar de preocuparte por eso.
